La idea de realizar los 101 km de Ronda siempre me ha llamado pero era algo que veía muy lejos dentro de mis posibilidades,
Entrenamiento a entrenamiento y competición a competición me veía cada vez mas fuerte y un día me dije ¿por que no lo intentas, Fran?.
Mientras que en mi cabeza ya estaba decidido el realizar esta prueba, un grupo de compañeros de entrenamientos, desde ayer algo más que amigos, me comento que ellos tenían pensado realizarla en la modalidad de equipos y que si yo quería me podía unir a ellos, acepté sin pensármelo dos veces y, sin duda, fue una gran decisión.
Con suerte cogimos dorsal para poder realizar esta prueba y empezamos a entrenar con la única idea de poder cruzar los cincos miembros del equipo la linea de meta.
Todo el mundo que habla de esta prueba te habla del ambiente que la envuelve y yo no voy a ser menos, pero también digo que por mucho que cuente,me voy a quedar corto de todo lo que he vivido en Ronda y su serranía.
Los 101 son diferentes a cualquier prueba desde el momento que te vas acercando al campo de fútbol donde esta la linea de meta se siente que no estamos en una carrera normal, ves grupos de gente diferente al que se ve en cualquier carrera de montaña,hombres,mujeres,personas de avanzada edad que tienen como único objetivo superarse a ellos mismos.
Ya en el césped del campo de fútbol presenciamos la salida de la modalidad de mountain bike,mientras sigo asombrado de la cantidad de gente que abarrota la grada del campo de fútbol,pancartas de animo desde cualquier rincón de España,algún que otro extranjero, te hace sentir un autentico privilegiado por estar ahí.
La arenga del genaral de la Legión, sus tres "vivas" y la cuenta te hace subir más si es que se podía la adrenalina y tras el pistoletazo, comienza la prueba.
Recorremos algunas calle del pueblo de Ronda, abarrotado de gente dando ánimos hasta que llegamos a la plaza de toros de esta localidad y dando una vuelta al ruedo la localidad de Ronda nos despide para volvernos a ver dentro de unas,muchas,horas.
La carrera en sus primera mitad,algo más podría decirse es una carrera bastante cómoda,con alguna que otra subida pronunciada que la realizamos andando y unas bajadas muy cómodas y unos llanos que,perfectamente,se hacen trotando a un ritmo alegre.
El tiempo nos acompaña y van pasando los kilómetros y las horas,cada vez que cruzamos un pueblo es un motivo de alegría y que te llena la mochila de energía para seguir adelante,muchísima gente en la calle,animando sin parar a los marchadores que contestamos con palmas y con un gracias! que nos sale de lo más profundo del cuerpo.
Los puntos de avituallamiento,uno cada 5km aproximadamente,también son momentos para recargar las pilas,el papel de las damas y caballeros legionarios es encomiable, insuperable,dándonos todo lo que necesitamos para continuar con esta aventura.
La llegada al pueblo de Setenil de las Bodegas,km 56 de la prueba,es espectacular,no tengo palabras para describir lo que sentí al recorrer sus calles,la algarabía y fiesta en el pueblo apenas nos dejaban pasar en fila de uno a los marchadores,que experiencia más bonita!!!
En el colegio de Setenil realizamos la primera parada para cambiarnos algo de ropa y comer algo,yo aprovecho para que los fisios me descarguen algo la espalda y las piernas,con un tiempo de algo menos de 8 horas ya estamos en el km 56 de la carrera.
Comenzamos la segunda parte de la carrera,esa que los veteranos dicen que no tiene nada que ver con la primera,¡y que razón tienen¡ Para nosotros se acabó el correr,incluso el trotar,si las subidas son pronunciadas,las bajadas lo son más y con más de 60 km en el cuerpo decidimos no arriesgar y empezamos a marchar a un ritmo más lento pero constante hasta llegar al cuartel de la Legión,km 75,a la caída de la noche.
Allí en el cuartel realizamos la segunda parada,que la mayoría aprovechamos para coger los bastones de marcha y para comer algo.
Sin demorarnos mucho y ya de noche cerrada,continuamos la prueba,el recorrido ya no da tregua, la famosa subida a la ermita parece que no termina nunca y en las bajadas,las piernas apenas responden.
Paso a paso,vamos viendo las luces de Ronda al fondo-eso ya está aqui-pensamos y seguimos sufriendo.
A falta de tres kilómetros del final iniciamos la famosa cuesta del cachondeo,una cuesta empedrada durísima,pero viendo el Tajo de Ronda ya no hay nada que nos venza.
Al subir la cuesta un legionario nos dice-señores ya lo tenéis hecho-.
Ronda nos recibe con una espesa niebla,quizás para hacer más mítica nuestra aventura,y tras recorres varias de sus calles nos adentramos en la Alameda,donde en la línea de meta una fila de 5 legionarios nos esperan para colocarnos nuestro ansiado y soñado trofeo,lo habíamos conseguido,tras 18 horas y media habíamos conseguido culminar los míticos 101 km de Ronda en nuestra primera participación.
Desde el día de la prueba,siempre que hable con alguien de los valores que debe tener un equipo de personas pondré de ejemplo el equipo con quiénes realize mis primeros 101 km de Ronda,Rafa,Reven,Santi,Antonio y yo.Un equipo que durante más de 18 horas hemos
estado siempre juntos,con sus ánimos,sus risas,sus enfados (que también los hubo) pero sobre todo siempre tuvimos en mente que la prueba la empezábamos juntos y la terminábamos juntos.
Gracias chicos por la lección de compañerismo que me disteis.










































